Un drama conmovedor y reflexivo sobre las correlaciones entre la experiencia personal, la política y el arte. Donnersmarck construye tensiones intrigantes, Schilling y Beer forman una pareja romántica y conmovedora, y Koch un monstruo persuasivo.

Técnicamente es una maravilla, con la elegante y siempre luminosa cinematografía de Caleb Deschanel y los grandiosos sets de Silke Buhr (…) La banda sonora de Richter es cálida y brillante.

Una historia épica e intergeneracional sobre el arte, el amor, la tragedia y la política que abarca tres décadas turbulentas de la historia alemana del siglo XX.

Ver cómo la pintura se seca nunca fue tan cautivador (...) Su majestuosidad está equilibrada por una sensualidad y una elegancia absorbentes (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)